miércoles, 23 de enero de 2013

Acabados para madera.

Los muebles de madera siguen siendo los más valorados a la hora de decorar tanto interiores, como exteriores.



Según la apariencia que queramos conseguir, la imagen que busquemos para nuestra casa, o el estilo decorativo que queramos para cada habitación, podemos escoger uno u otro acabado en los muebles de madera.

Los acabados para madera, además de proteger el mueble, mejoran su apariencia y deberían conseguir una superficie más fácil de limpiar, tratar y mantener.

Hoy les daremos a conocer algunos de los acabados para madera más comunes que podemos encontrar sobre muebles fabricados en este material.

Lacado o laqueado

El lacado o laqueado es uno de los acabados más trabajosos. Para conseguir un mueble lacado se ha de lijar y aplicar pintura varias veces hasta dejar la superficie de la madera completamente suave y sedosa.

Las grandes ventajas de un mueble lacado o laqueado son su resistencia y su fácil limpieza.

Decapado

El decapado es un acabado para madera que aporta mucho estilo a los muebles.

La técnica del decapado de muebles consiste en aplicar una pintura base y extenderla con otra mano de un color distinto. Para conseguir el decapado, antes de que se seque por completo la segunda mano de pintura, se frota con un trapo o una lija para levantarla en algunas partes.

Para proteger este acabado de la madera, se ha de aplicar sobre el mueble una capa de barniz.

Envejecido

Envejecer un mueble es un acabado aplicado sobre otro acabado o sobre la madera natural.

El acabado envejecido para madera consiste se basa en la aplicación de betún de judea, o una pátina de envejecimiento sobre el mueble, para darle una apariencia de viejo y gastado.

Tintado

El tinte, o colorante para madera, se usa únicamente para cambiar el color de la madera, sin llegar a cubrirlo.



Con este acabado, la veta de la madera y por lo tanto su calidad, queda a la vista, ya que el tinte se introduce por el poro sin cubrirlo.

Este acabado es aconsejable si contamos con un mueble viejo o feo, al que queremos cambiar el aspecto, pero su madera es de calidad y queremos destacarla.

Pintura

Pintar un mueble es una buena forma de cambiar el aspecto de la madera que consiste en aplicar una capa de pintura especial para madera sobre la pieza.

Según el tipo de pintura, o las capas aplicadas, se puede lograr uno u otro acabado sobre un mueble de madera.



Normalmente, las pinturas para madera suelen ser cubrientes y de calidad, por lo que la mayoría de ocasiones no es necesario ni usar un barniz protector posteriormente.

Barnizado

El barnizado es el acabado para madera directamente dirigido a la protección de los muebles u otros elementos decorativos fabricados en este material.



El acabado barnizado para madera consiste en la aplicación de un líquido barniz que al secarse (evaporándose rápidamente), se origina una película insoluble, adherente, durable y transparente.

Hoy existen barnices pigmentados que además de las acabado básico del barniz sobre la madera, aporta color. Con un barniz pigmentado puedes ahorrarte el acabado tintado de la madera.

El barniz, además de aportar brillo a la madera, también protege los muebles de madera pintados, tintados, coloreados o teñidos, de la acción del polvo y del uso diario.

Esmaltado

El esmaltado de muebles consiste en aplicar un barniz vitreo o una pintura de calidad de esmalte, para conseguir un acabado terso, liso, dureza y resistencia. El esmaltado, cubre por completo la madera por lo que, al igual que otros acabados, es recomendable para muebles de madera no noble.

Aunque cualquier mueble de madera necesita un buen acabado, los muebles de baja calidad o pobres pueden enriquecerse con él, sobre todo aquellos acabados que esconden la calidad de la madera.

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viernes, 11 de enero de 2013

Tipos de barniz para la Madera

Barniz


El barniz disimula las imperfecciones de la superficie y protege los muebles de agentes exteriores, golpes y rayas, alargando la vida útil de la pieza. Conoce qué tipos y acabados son los más habituales, y elige el que más te convenga.


De origen natural, o de creación sintética, los barnices son un producto indispensable para proteger tus muebles y conseguir prolongar su vida durante muchos años. Siempre, claro está, conservando las piezas en un estado óptimo. 

Las clasificaciones de barnices más frecuentes acostumbran a distinguir entre el efecto de acabado que consiguen para el mueble, y también entre la composición del producto.

Barnices según acabado

Según su acabado, puedes encontrar tres tipos de barnices: brillo, mate y satinado.

Brillo. Potencian el color de la madera, aunque también sus imperfecciones. Son muy resistentes, siempre que la superficie del mueble en cuestión no reciba la luz directa del sol.

Mate. Con similares características a los acabados brillantes, su peculiaridad consiste en que no reflejan la luz. Son también muy resistentes, y se utilizan frecuentemente en puertas y ventanas.

Satinado. A medio camino entre el brillo y el mate, se emplean en suelos y puertas cuando el efecto buscado es el de un brillo suave en las vetas. Su punto débil es que puede oscurecerse con el paso del tiempo.

Barnices según composición

Según su composición, puedes distinguir, principalmente, entre los barnices al aceite o al agua.

Al aceite. Fabricados con sustancias basados en aceites, se caracterizan por su resistencia, aunque su tonalidad amarillenta altera el color del mueble. Sus acabados puede ser brillantes, mates o satinados.

Al agua. Están formados por sustancias naturales o artificiales cuyo ingrediente disolvente base es el agua. Al ser transparentes, no alteran el color de la pieza. Sus acabados pueden ser brillantes o mates.

Además de éstas, existen otras clasificaciones, que distinguen, por ejemplo, entre su forma de aplicación y los tiempos de espera, o en el componente de color con que cuentan.

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