Antes de comenzar la tarea, debes cubrir con cinta de carrocero
los marcos de las puertas y ventanas, así como aplicar una mano de imprimación
selladora en la pared que vayamos a estucar para evitar que después salgan
defectos en la superficie. Ayúdate de un rodillo para hacer esta tarea y deja
secar unas 12 horas. Después procede del mismo modo y aplica una segunda mano.
Cuando se haya secado la segunda capa,
lija toda la pared con lija de grano fino y limpia con un trapo. Si ves que ha
quedado algún agujerito, cúbrelo con la masilla, líjalo y después da una
tercera mano de imprimación.
Ahora es el momento de aplicar el estuco.
Antes de eso, mezcla el estuco en sí con el tinte que hayas elegido. Comienza a
aplicarlo con la llana de acero, extendiendo una fina capa.
Después de esto y con la primera capa aún
húmeda, aplica la segunda con movimientos de arriba abajo y también en
diagonal.
Cuando ya se haya secado la primera capa
que diste, y con la ayuda de la espátula, aplica manchas de estuco sobre la
superficie. Lo más recomendable para conseguir un gran efecto, es que varíes la
mezcla del tinte que usaste para las dos primeras capas. Ahora con la espátula
de abajo arriba frota para tener un brillo con efecto mármol, que es lo que se
pretende.
Por último, falta que apliques la cera
transparente y frotar con un trapo de algodón haciendo movimientos circulares.
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