El estuco es una técnica decorativa ideal para obtener los más elegantes efectos sobre superficies lisas. Dada su versatilidad, se adapta a cualquier tipo de construcción y época. Además de su función decorativa, refuerza el muro permitiendo su transpiración natural.
Aquí, cómo preparar una pared antes de utilizar el estuco, en este caso el romanyo interior, una opción sencilla y de rápida aplicación.
* La superficie debe estar libre de polvo, grasa, cera, hongos y estar completamente seca. Si tiene restos sueltos de pintura, deberán retirarse con ayuda de una espátula. Podés lijar levemente la superficie y limpiarla con un trapo húmedo, luego dejar secar.
* Rellená y emparejá la superficie utilizando enduído con una espátula, luego lijala.
* Aplicá una mano de sellador.
* Aplicá la primera mano de fondo para estuco y déjala secar.
* Sólo si fuera necesario, corregí las imperfecciones remanentes. Luego pulí la superficie utilizando una lija de grano fino.
* Aplicá la segunda mano de fondo para estuco y déjala secar.
Recuerden que la clave de un buen trabajo radica tanto en la elección de buenos materiales como en la buena preparación de la superficie que vamos a pintar. Cuanto más a conciencia sea realizada la tarea en la base, mejor y más duradero será su resultado. Ahora sí, la pared está lista para aplicar el estuco.
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