El guayacán es un árbol generalmente
de hasta 20 pies de altura, con tronco de 10 pulgadas de diámetro, aunque puede
crecer más. El árbol más grande conocido en la Isla es el guayacán centenario
del Bosque de Guánica, con una altura de 38 pies y tronco de 2.5 pies de
diámetro En Cuba se han encontrado árboles de 45 pies de altura, con tronco de
3 pies de diámetro; seguramente muchos ejemplares de este tamaño se cortaron
aquí durante los primeros siglos de la colonización. El árbol se caracteriza
por su copa densa y redondeada en sus primeros años de vida, las
ramas forman una especie de embudo o remolino amplio y extendido, con la
porción central totalmente vacía, Años más tarde, la
copa literalmente "se vuelve al revés", lo cual es la única forma en
la que podemos explicar que con los años pasa de cóncava a convexa,
transformándose en una cúpula o domo denso y tan perfecto en su forma y
simetría, que cualquiera pensaría que se trata del trabajo de podas de un
experto jardinero siempre verde pequeño o mediano, La corteza del
guayacán real también es muy notable: en los individuos jóvenes consiste de un
tejido grueso, corchoso, suave y de color blanco o amarillento (ver foto
superior izquierda) que nos recuerda mucho a la corteza del árbol del güitite (Acnistus
arborescens); esta corteza corchosa la encontramos aún en las ramas
terminales más delgadas de la planta.
Por su parte, en los árboles adultos la corteza es tan dura como una
piedra, de color gris claro con la apariencia del cemento, que se exfolia en
grandes y gruesas placas de formas orgánicas muy llamativas (foto superior
derecha).
El tipo de
hojas de este árbol no
lo posee ninguna otra especie, pues son compuestas paripinadas y opuestas, de 5
a 8 centímetros de largo, con el raquis estrechamente alado y con 5 a 8 pares
de folíolos pequeños y opuestos de color verde esmeralda en forma de punta de
lanza, con la nervadura imperceptible. Todas las hojas dispuestas en dos filas
perfectas a lo largo de las corchosas ramitas.
Las flores del guayacán real también son totalmente
fuera de serie, no solamente por ser extraordinariamentebellas y delicadas, ypor ser de color celeste que se tornan blancas cuandoenvejecen lo cual es algo insólito en elmundo de los árboles, sino también por su increíble parecido con las violetas comunes(Viola spp.). ¡Hasta huelen igual.
Los frutos son unas cápsulas
carnosas y lobuladas de color verde, que al madurar se vuelven amarillas o
anaranjadas, en forma como de un corazón u almeja, de hasta 2 centímetros de
diámetro más o menos.
Al madurar, el fruto se abre como una bisagra para dejar totalmente
expuestas
de 1 a 5 semillas negras como de 1 centímetro de
largo, totalmente cubiertas por un tejido carnoso de color rojo brillante como
la sangre, llamado arilo.
En el sur de la Isla florece
mayormente de abril a noviembre. En Mayagüez se ha observado en flor de enero a
marzo y en San Juan de enero a mayo. Las flores son polinizadas por abejas y
mariposas. Las frutas son ingeridas por ruiseñores y otras aves que dispersan
las semillas.
El árbol es nativo de las
Antillas y el norte de Sudamérica. Se introdujo como ornamental a la Florida y
a muchos países tropicales. Fue muy abundante en los bosques de la mitad sur de
Puerto Rico, desde la costa hasta la cordillera, pero hoy los ejemplares
grandes sólo abundan en algunas partes del suroeste de la Isla. Merece
sembrarse más como ornamental por su buena forma, flores lindas y frutas
atractivas. El guayacán es el árbol nacional de las Bahamas y su flor es la
flor nacional de Jamaica.
Es muy común encontrar documentos que
dicen que se trata de la madera más dura y pesada del mundo, que es tan
fuerte como el hierro, que es la única madera del mundo de color verde
esmeralda, que tiene partículas de cobre en su interior, que no permite el paso
de la radiación, que se pueden fabricar hachas, cuchillos y espadas con ella,
que es más valiosa que el oro, que sólo con un rayo láser se puede cortar esta
madera, que las piezas del motor de cierta marca de vehículos de lujo están
hechos de esta madera, etc.
Son
varias las características y cualidades que se presentan en la madera del
guayacán real, en forma simultánea, para hacer de ella una madera realmente
extraordinaria:
·
Fortaleza
Sus fibras se entrelazan y entrecruzan en capas (no corren todas ellas
paralelas al tronco ni paralelas entre sí), en forma similar al tejido de
refuerzo con que se construyen las llantas de los vehículos, dándole esta
característica una inmensa resistencia a la madera. La resistencia del
guayacán real exceda las 12.000 psi (¡doce mil libras por pulgada cuadrada!),
lo que vienen siendo 855 kg/cm2. ¡Es una fortaleza extraordinaria!
·
Dureza
La dureza de la madera, definida como su resistencia a la penetración y
al rayado, se mide por la Dureza de Janka. En
esta escala, la madera del guayacán real ocupa la primera posición, y por mucha
ventaja, dentro de las maderas que han sido evaluadas. A manera de
referencia, se presentan a continuación únicamente algunos valores:
De todas las
maderas que se comercializan internacionalmente, la madera del guayacán real es
la más densa (la más pesada). Su gravedad específica llega a alcanzar
valores en el orden de 1.35, por lo que es una madera que muy fácilmente se
hunde en el agua. Como referencia, la gravedad específica de la
balsa puede llegar a ser tan baja como 0.10, e incluso o poco menor (¡14
veces menos, nuevamente!)
El grano de la
madera permite alcanzar acabados con superficies sumamente lisas.
La madera del
guayacán real tiene la peculiar cualidad de ser auto-lubricada, propiedad que
tiene su origen en el contenido del aceite natural, el guayacol, que mantiene
saturada la estructura celular de esta madera. El guayacol representa
aproximadamente un 30% del peso de la madera.
Esta propiedad hace
que una superficie bien pulida, de madera de guayacán real, tenga propiedades
de deslizamiento iguales, o incluso superiores, a las de una superficie
metálica lisa
recubierta de teflón.
- Excepcional
resistencia a la humedad y al ataque de hongos
¡Ya lo habían descubierto en el Mar Caribe, hace más de 2.500 años, los
indígenas taínos, y así lo confirma la historia a lo largo de los siglos!
Como anécdota, se
cita el hecho de que, luego del terremoto de San Francisco (California), en el
año 1906, resultaba en extremo urgente restablecer el fluido eléctrico,
reparando a la brevedad posible el sistema de tendido eléctrico. La
ciudad enfrentaba un problema: no había suficiente disponibilidad de
aislantes de cerámica, y, su producción demandaría demasiado tiempo. La
solución encontrada consistió en fabricar los aislantes a partir de madera de
guayacán realSe informa que la gran mayoría de estos aislantes estuvieron en
uso hasta el año 1970, y otros hasta pasado el año 2000, siendo que el motivo
que los sacó de uso fue la sustitución de los tendidos de cable aéreos por
tendidos subterráneos. De no ser así, podemos estar seguros que ¡aún
permanecerían en servicio!
- Excelentes
desempeño y conservación bajo el agua
¡Se afirma que la
madera se desempeña y conserva tan bien bajo el agua como lo hace fuera de
ella!
¡Por años y años, y
hasta por siglos y siglos, dependiendo del uso y las condiciones! Su gran
conservación, su resistencia, y, su auto-lubricación, hacen que el desgaste de
la madera sea mínimo.
Todas estas características hacen que el guayacán real sea considerado,
por los expertos, como uno de los materiales más valiosos, útiles e
interesantes de la naturaleza. ¡Debemos realizar todos los esfuerzos
posibles por alejar esta especie del peligro de extinción!
usos más cotidianos tales como:
- Empuñaduras
para herramientas
- Batones
para la policía (Los cuerpos policiales de Gran Bretaña consideraban al
guayacán real idóneo para esta aplicación, ya que, a pesar de su dureza, a
diferencia de los elementos metálicos, el golpe del batón no rasga la
piel…)
- Mazos
para los jueces (¡Orden en la corte! ¡Orden en la corte!)
- Bolos
de boliche (Antiguamente una gran mayoría eran de madera de guayacán real,
luego fueron siendo sustituidos por materiales modernos)
- Bolas
de cricket (¡Ideales para condiciones ventosas!)
- Tazones
y palos para machacar y triturar alimentos o distintos materiales
- Diversidad
de herramientas e implementos… ¡hasta peinetas para el cabello!
- Muebles
(¡Especiales para la intemperie!)
- ¡Trompos!
(¡Los niños y jovencitos de la Costa Rica de los años 1960s sabían muy
bien que sus trompos de guayacán real aguantaban sin problema el ataque de
los trompos de sus amiguitos construidos con otras maderas, mientras que
los de guayacán real sí eran capaces de destruir los de las otras maderas…
J )
La albura es amarillenta y el
duramen varía de pardo verdoso con vetas oscuras hasta casi negro. La madera es
muy pesada, tiene la fibra entrelazada y exhibe anillos de crecimiento. El
duramen contiene mucha resina (hasta una cuarta parte del peso seco de la
madera) y despide un duradero olor a rosas. Se usa casi exclusivamente para
tallas y objetos torneados. Debido a su dureza y a que su resina es un
lubricante natural, la madera se usó mucho para poleas, engranajes, dientes de
trapiche, casquillos, y ejes de carretas y de hélices. El guayacán se conoce en
el mercado internacional como lignum vitae (madera de vida), debido a su uso
histórico para tratar artritis, gota, sífilis y otras enfermedades. La madera
comenzó a exportarse a Europa con este propósito durante la primera década del
siglo 16. Algunas personas todavía preparan té hirviendo hojas, flores,
pedacitos de madera, o diluyendo resina (llamada guayacol) en agua. La madera
que usan los artesanos proviene mayormente de árboles muertos por la quema de
pastos, de árboles cortados durante proyectos de construcción, y de personas
que buscan y cortan árboles para vender la madera a los artesanos.
En Puerto Rico crece otra especie
nativa de guayacán, poco común, llamada guayacán blanco o guayacancito (G. sanctum- cuatro fotos antes de la muestra). Esta
especie tiene la corteza gris pálida, áspera y acanalada; posee de tres a cinco
pares de hojuelas con ápice puntiagudo; y la fruta tiene de cuatro a cinco alas
o costillas. El guayacán común crece desde Cabo Rojo hasta Guayama, mientras
que el guayacán blanco crece desde Cabo Rojo hasta Ponce. La madera de ambas
especies es similar.
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